lunes, 2 de junio de 2014

COHESIÓN GRUPAL: LA COLABORACIÓN

El poder de la cohesión grupal hace a un equipo vencedor.
           
Lo primero que intento con estas palabras es que nos demos cuenta de la importancia de un equipo cohesionado. Todos con todos, ni una persona se puede mantener al margen. Los grupos personales formados y las críticas individuales a los demás deben quedar fuera del equipo, no pueden quedar presentes cuando estamos en equipo.

Tenéis que tener en cuenta que los resultados están en función de las combinaciones del equipo, de la colaboración colectiva.

Un equipo funciona cuando las jugadoras están en la misma sintonía, cuando pueden hablar de frente de las cosas que les gustan y las que no con referencia al rugby, cuando se respetan las palabras de los entrenadores, los tiempos de entrenamiento y la llegada puntual a los partidos.

No hay talentos individuales que se quejen, no respeten, discutan…, porque esto produce que el conjunto no funcione y la motivación de los demás se vea mermada. Vale más saber jugar en equipo que ser muy buena de forma individual.

Los entrenadores nos enseñan, nos dan confianza al aprender a hacer las cosas lo mejor posible, nos dirigen en los entrenamientos y en los partidos, pero las jugadoras sabemos que el equipo, en el juego, es nuestro, si ganamos o perdemos es nuestra responsabilidad.

La grandeza de un equipo es jugar por los demás y por ti en un respeto y responsabilidad colectiva, compartida, que alcanza a todos por igual, donde es previsible que todos se pueden equivocar y perdonar.



Es muy importante entender que no es necesario disculparse por los fallos. La disculpa no es aplicable al deporte ya que provoca un efecto contrario, hace sobresalir el error, intensifica la culpa y es una autoafirmación de la equivocación. Mientras se juega hay que centrarse en lo que está pasando, no lo que ha pasado, pues muchas veces puede llevar a la desconcentración individual y grupal. Esto lo pudimos ver en el partido contra “Arquitectura”. Una compañera creyó cometer un fallo muy importante y empezó a pedir perdón a todo el equipo y sentirse mal por el error, esto hizo que ella perdiera la concentración y también el resto del equipo que intentó quitarle la importancia que no tenía. Finalmente, el equipo contrario aprovecho esta desconcentración grupal y ensayó.

Todas cometemos errores alguna vez, las que menos sabemos cometemos más, pero de nada sirve sentirse mal por ello… el cometer errores nos ha de llevar a un afán de superación, de pensar ¿qué he hecho mal? para que la siguiente jugada pueda hacerlo mejor o simplemente seguir intentándolo para hacerlo lo mejor posible. Nos tenemos que apoyar para poder recuperar un buen nivel de juego después de una mala jugada porque esto hará que nos recompongamos y sigamos dándolo todo por nuestro equipo. 


¿Quienes somos? ¡¡¡EL GUADA!!! ¡¡¡¡AU, AU, AU!!!!



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